Fotografía de Producto: ¿Qué Debes Tener en Cuenta?

La fotografía de producto juega un papel muy importante en el sector de la publicidad. Si con tu foto eres capaz de destacar la mejor cara del producto y consigues diferenciarlo de la competencia, conseguirás captar la atención del público y generarás en el espectador las ganas de comprarlo.

Pueden ser fotografías de todo lo susceptible a ser vendido o expuesto, como imágenes de comida, bebidas, coches, accesorios, medicamentos, ropa, etc.

A la hora de hacer la fotografía, debes tener en cuenta que el consumidor no puede ver el objeto en persona y, por eso, con la foto del producto deberás  darle la mayor cantidad de información posible y persuadirlo de que lo compre. 

Teniendo en cuenta que el e-commerce es más potente que nunca, en este artículo te damos algunos consejos para iniciarte en el mundo de la fotografía de producto. Si te interesa, ¡sigue leyendo!

¿QUÉ EQUIPO NECESITO?

Lo esencial es tener un espacio habilitado (estudio) para realizar tu trabajo, una cámara, un fondo de color neutro y buena luz. No obstante, si deseas que tus imágenes tengan un acabado más profesional, te recomendamos que te hagas con un equipo que incluya lo siguiente:

• Cámara: en fotografía de producto es recomendable que cuentes con una cámara que te deje trabajar en manual y dispare en RAW. 

• Objetivo: la elección del objetivo dependerá del resultado que estés buscando. Las ventajas de una lente fija como el 50mm f/1.4 o el macro 100mm f/2.8, son que tienden a ser muy luminosas, están bien construidas y son más resistentes. Los pros de una lente zoom para fotografiar productos son que son más versátiles y cubres más distancias focales invirtiendo en un solo objetivo.

• Trípode: te permita mantener las características de encuadre y composición y, además, aportará estabilidad y nitidez. 

• Disparador remoto: ayudará a evitar cualquier tipo de movimiento al apretar el obturador.

• Fondo neutro: el fondo es fundamental para este tipo de fotografía. Elige un fondo neutro, ya sea blanco o negro, dependiendo de lo que quieras lograr. Los objetos que están sobre fondo blanco son mucho más sencillos a la hora de integrarlos fácilmente a catálogos, trípticos, revistas y sitios web. El fondo negro le da sobriedad a la foto y puede crear efectos muy elegantes con productos transparentes.

• Fotómetro de mano: es la forma más precisa de controlar la exposición de una imagen.

• Herramientas de iluminación: por lo menos una fuente de luz continua, un flash externo o incluso una caja de luz para objetos pequeños con composiciones sencillas. También son recomendables difusores y reflectores de luz para controlar mejor la luz.

¿QUÉ DEBO TENER EN CUENTA?

PLANTEAMIENTO Y ORGANIZACIÓN

Antes de hacer las sesiones es conveniente pensar y decidir los siguientes aspectos: a qué tipo de consumidores van dirigidas las fotos, qué más se quiere contar sobre el producto, qué nos gustaría transmitir, incluso las promociones que tenemos pensado hacer.

A parte de esta preparación más teórica, también es importante planear y organizarse para tener en el estudio todo lo necesario en el momento de ponerse a fotografiar. El producto, en particular, debe estar en excelente estado, pues todas las características positivas y negativas se verán magnificadas con la lente.

ILUMINACIÓN

Una vez esté todo esto organizado, deberás preparar la iluminación. La iluminación es la clave en este tipo de fotografía y es donde debes invertir más tiempo de aprendizaje y hacerte con buenas herramientas y accesorios. Si no dispones de suficiente iluminación natural, o simplemente quieres contar con un punto más de iluminación, puedes hacer uso de lámparas o flashes. Se recomienda siempre tener algún elemento para difuminar y controlar mejor la luz. Puedes encontrar kits bastante interesantes, tanto de luz continua como de flashes de estudio.  Valora también el uso de un reflector  para poder rellenar sombras demasiado duras por una iluminación artificial. 

Otra característica de la luz que debes conocer es cómo se comporta la luz en función de la dirección desde la que se proyecte sobre el objeto, pues esto determinará qué parte del objeto o sujeto quedará en sombras y qué parte quedará iluminada. También afectará en aspectos como el volumen o las texturas, por lo que es muy importante saber trabajar con ella para obtener los resultados deseados.

BALANCE DE BLANCOS

Además, a la hora de fotografiar, deberás también tener en mente que la fotografía de producto debe ser fiel a la realidad  y por lo tanto es importante que realices un correcto balance de blancos. Para conseguirlo se recomienda disparar en RAW, ya que de esta manera podrás variar en la fase de edición el balance de blancos sin que ello suponga una pérdida de calidad.

COMPOSICIÓN Y COLOR

Recuerda que la fotografía de producto busca vender el producto, haciéndolo atractivo, diferente y dinámico. Para conseguir esto, aparte de lo anterior, deberás dominar el color en composición y ofrecer fotografías únicas y diferentes (por ejemplo, variando la posición del producto, añadiendo atrezzo que no compita con el producto y/o explorando diferentes ángulos y perspectivas).

POST-EDICIÓN

Un último importante aspecto a tener cuenta es la post-edición. La fotografía de producto requiere atención milimétrica y por eso, aunque tu foto haya salido espectacular, siempre será necesario algún retoque después de terminarla, como ajustar los blancos, definir las sombras, reencuadrar si es necesario o limpiar alguna suciedad que tenga la imagen. 

Esperamos que estas recomendaciones os sirvan y os motiven a la hora de iniciaros en esta fascinante disciplina. Si tenéis algún consejo más, no dudéis en compartirlo. ¡Os leemos!